miércoles, 18 de julio de 2007

EXPLORACIÓN DEL SIN SENTIDO



Desde el primer poro que une al que le sigue
para juntarse en mi piel y formar mi cuerpo.
Desde el aliento que se paraliza cada vez
que mis ojos se cierran y ven la forma de
tu cuerpo que prende mi sangre que la calienta
que la explota.
Desde el fuego interno que me quita la respiración
cada vez que veo tus manos recorriendo cada parte
vibrante de mi.
Desde ahí siento que cada vez que veo tus ojos
encendidos en fuego que prenden mis vibraciones
internas para hacerlas explotar en un mar de emociones
y sensaciones que no controla mi cuerpo, que no controla
mi mente.
En un lugar donde sólo puedo sentir para olvidar
que existes y que no son tus manos las que me recorren,
las que me llevan al grado máximo de mi excitación
para volverse partículas que se queman con el calor
incontrolable de mi ser que se niega a dejar de sentir
porque actúa sólo cuando se mira de frente con el
erotismo que encienden entes que no tienen tu rostro
porque mi pasión es incontrolable y no se puede negar
ante la sensación que se esconde profundo y dentro de
mi interior.
Llevo en mi piel la catarsis provocada por el placer que
no puedo controlar, por los movimientos que gobiernan
mi cuerpo.
Y cada vez está más profunda la espina que llevo en el
corazón que no se suple, que no desaparece, que no se
quiere ir, aquella que me impide querer, que no me deja
ver, que no puede sacarte de mi.
Esa espina que ningún placer puede hacer desaparecer,
porque tu no eres el dueño del movimiento que me lleva
al éxtasis de lo incontrolable.
Esa espina que es tuya, pero que tu no quieres,
esa espira que se lleva mi corazón porque tu lo
desechas como una basura sin valor.
Dejo que el placer me guíe,
que sentir sea parte de mi respiración,
que un ángel con rostro de humano se
nutra de mi pasión, que un ángel sin culpa
de mi perdición goce de lo que a ti no te doy,
dejo que un ángel sea mi presa de la perdición
en venganza de mi maldita emoción.
Dejo que el fuego del infierno se apodere de mi,
que encienda la máxima expresión de mi pasión,
que me queme,
que me haga explotar,
dejo que el fuego del infierno con rostro de hombre
tome mi cuerpo y le haga hacer cosas que ciegan la
razón para dar paso a la pasión.
Dejo que el fuego del infierno me consuma porque así
exploto al infinito de mi sinrazón.
Y mientras dejo que mi cuerpo sea quien gobierne,
mi corazón llora sangre porque solo te quiere dar su amor.

2 comentarios:

alejandria dijo...

muy interesante este blog, son excelentes las poesias. visiten tambien el blog CABLE PIRATA

alejandria dijo...

muy interesante este blog, son excelentes las poesias. visiten tambien el blog CABLE PIRATA