lunes, 3 de junio de 2019

Dejar ir....

Y entonces producto de los alucinógenos que daban vuelta en su sangre.
Pensó que era momento de alejarse.      Pensó que era momento de dejar de luchar. Pensó que ya era momento de mirar al cielo y ver que en la oscuridad que se llena con puntos se estrellas está la respuesta.          En ese infinito cielo leyó aquello, que los libros no decían, que las personas no entendían.... que su mente no veía.
En ese infinito cielo encontró la salida para esa agonía, para aquella espera constante.    Y la única respuesta era dejar ir....
Dejar volar...
Dejar ser en libertad.
Porque también ella era libre, también ella quería correr en el mar y nadar en las nubes.
Ella quería reír hasta dormirse en los brazos de la felicidad...
Ella también quería amar.