miércoles, 28 de marzo de 2007

PLEGARIA


Piel...piel
Poros...poros
Huesos...huesos
Sangre...sangre
Carne...carne.
Entra en mis poros, rasgando mi piel
siente mi sangre que se mezcla como la miel
Rompe los huesos, siente el calor.
Inunda mi carne imprégnala con tu olor
Enreda mi mente con palabras a Dios.
Calcina mi alma para que no haya dolor.
Toma mi cuerpo y llévalo a la exaltación,
porque somos animales divinos que se nutren del calcio
que está en el corazón.
Animales salvajes que vuelan con las alas del ángel;
que del cielo cayó y que vino a decirte...tómame, tómame
y hazme sentir como tu cuerpo rasga el mío
para quedejemos de ser dos.
Alma...alma
Corazón...corazón
Sentimientos...sentimientos
Emociones...emociones
Nada...nada
Y qué es la nada,
la nada es a lo que te aferras
para no sentir...
Y qué sientes cuándo no quieres sentir nada.
Sientes como una espina atraviesa el corazón como
una profunda oscuridad inunda tu mente, como
ocultas tu alma, como cierras tu mente para no
mostrar tus emociones, para no tener sentimientos
para no dejarme entrar.
Ojalá tuviera la fuerza para romper el hielo.
Ojalá tuviera el valor de arriesgarme.
Ojalá te hiciera sentir que no puedes alejarte.
Ojalá pudiera tocarte.
Ojalá fuera tan especial como para hacerte
sentir que no puedes huir, que quieres sentir,
que me quieres sentir, que no quieres la nada.
Ojalá la nada se convirtiera en mí.
Ojalá que mi calor te atrajera hacia mi cuerpo,
hacia mi mente y me sacara de la oscuridad en
la que esta mi alma desolada, la cual por un instante,
por una milésima de segundo vio un rayo de luz que
se apareció ante mi cuando vi tus ojos de miel,
tu mirada perdida, tu voz silenciosa y toque tu
boca roja como la tinta que llevan las venas que
están dentro de mi piel.