jueves, 28 de diciembre de 2006

El Elevador

Un elevador.
Dos personas.
(Tú y yo)
Tú me miras,
y yo no te miro.
Yo te miro y tú no me miras.
Pero ambos sabemos
que lo estamos haciendo.
Sabemos que si nuestros ojos se cruzan
y tienen un mismo punto de encuentro,
todo cambiaría.
(los números descienden, los números,
los números)
Y si así fuera y si nos miramos y todo
cambiara....
¿Es lo que quiero, es lo que quieres?
¿Lo sabes realmente?
Creo que no, creo que ni yo lo sé , ni tu lo sabes.
La curiosidad no es más fuerte que el respeto
por el recuerdo, el recuerdo sano, limpio, puro,
distante y ajeno.
(los números, los números)
Queda poco, no nos queda tiempo
sin embargo, decido ( y tu también) que mi
mirada gire en otra dirección; no quiero
ser yo quien destruya el recuerdo
(quizá lo haga igual)
Y así sin más los números, ya no son números
sino que son el símbolo del fin, del término, del
ocaso.
Las puertas se abren y salen dos personas, que
fueron una, pero que ahora sólo son dos errantes
tú y yo....
El elevador vuelve a subir....y yo sigo bajando.

1 comentario:

Miguel A. Herrera C. dijo...

exelentetextoaunqueunpococriptico.megustomuchosinduda.unbesoyqueestesbien,algundianosencontraremos.